lunes, 10 de octubre de 2011

Amalia Pando: "Ya no quiero la televisión, estoy buscando la jubilación"





Incisiva, puntual, interesante y, sobre todo, controvertida. Así es Amalia Pando, la periodista que hace temblar a los políticos y a cuanta persona intenta ocultar la verdad para salvar su pellejo. No por nada, ha sido calificada el terror de los políticos.
Esa mujer que ha destapado distintos casos de corrupción como los pasaportes chinos, la quiebra de bancos o ítems fantasmas -investigaciones que le ha costado el odio de algunos políticos y personas involucradas en el escándalo y, la admiración de muchos bolivianos por su audacia- pronto dejará definitivamente las pantallas de televisión.
Amalia dejó por un par de días su natal La Paz para visitar la llajta y compartir su experiencia periodística como docente del diplomado de Periodismo Ciudadano. En ese escenario,  se abrió a las confesiones y se mostró tal cual es: una mujer sencilla, audaz, íntegra y con convicciones firmes. En menos de 30 minutos de conversación no dudó en contestar ni siquiera aquellas preguntas, que a muchos puede asustar u optar por el silencio.
La Amalia mujer y periodista confesó sus gustos, los problemas que tuvo con el ex presidente Carlos Mesa, quien antes de entrar a la arena política era su socio y amigo junto a Mario Espinoza y Ximena Valdivia. Así también no dudó en contar que hoy vive una nueva etapa de su vida: de esposa y abuela de una pequeña de apenas un año y dos meses.

P.- ¿ Por qué  Amalia está en RTP y no en una red nacional como en el pasado?. ¿Siente usted que la relegaron, le cerraron los medios o se relegó sola?

Amalia Pando (A.P).- No tengo una explicación cabal a tu pregunta, pero me  permite  reflexionar. Creo que hay un empalme entre el periodista y el medio; un empalme de idea y de orientación política.
 El 2008 fue un año de enorme  polarización.  El ascenso de Evo Morales  fue un hito y en ese momento yo estuve en canal 7, porque empalmé con lo que estaba aconteciendo en el país. Las redes nacionales pasaron a tomar una posición bien de derecha, pero posteriormente el gobierno comenzó a adoptar una posición bien intransigente en sus propios medios. Es ahí que me di cuenta que ya no tenía nada que ver ahí.

P.- ¿RTP fue entonces la alternativa?

A.P.: Sí, porque encontré un medio que es más local, no exclusivamente paceño, que tiene como patrimonio a un público muy grande y popular que empalma muy particularmente con la necesidad de espacio y libertad que necesito.

P.- ¿La política o los políticos le llevó a buscar un medio alternativo?

A. P.: Detrás de cada medio están los políticos, ya no hay periodistas dirigiendo medios. Si tú eres un anticlerical rabioso no puedes ir a trabajar a radio  Fides, entonces tiene que haber un empalme  porque es un tema ético. No es que te llevan a trabajar a un medio encañonándote, tú buscas trabajar en un medio porque piensas que vas a encontrar un ambiente que te permita trabajar. 

P.- ¿Qué  posibilidad existe de volver hacer un equipo con Carlos Mesa, Mario Espinoza y Ximena Valdivia, grupo que marcó historia dentro del periodismo boliviano?
A. P.: Ninguno.

P.- Por qué?

A.P.: Pues Carlos ya no es periodista en el sentido estricto, es ex Presidente. No hay interés, el equipo explotó.

P.- El 2002 se la vio a las 8 de  la noche despidiéndose de PAT, red que había forjado en base a una amistad. Se la notaba afectada, y después supe que Carlos Mesa la había despedido.
A.P.: Fue horrible y duro. Me pareció que me colocó en una situación indigna. Ocurre que me habían dado mi memorándum media hora antes de iniciar el programa. Yo misma redacté mi titular: Amalia Pando se va, la despidieron. Hice mi propio titular y había que dar la despedida.  El antecedente es que Carlos, ya electo (como candidato vicepresidencial de Gonzalo Sánchez de Lozada) vino al canal esa tarde, me llamaron a una reunión y me dijeron: Mira Amalia, Mario se va hacer cargo del departamento de prensa. Entonces le dije: pero el departamento de prensa está ocupado, vas a tener que despedirme… y me despidieron, tan simple como eso.

P.- ¿Cómo usted lo tomó, porque no era sólo un proyecto, eran amigos?

A.P.: No. Coincidimos en un proyecto, pero qué importante hubiera sido mantenerlo hoy, pero uno es amigo hasta que deja de serlo.

P.- Pero usted afirma que el equipo explotó

A.P.: Sí, explotó porque después de eso tú no puedes reponer las relaciones personales. Segundo, no hay ningún tipo de condición para armar un proyecto independiente. Todos quedamos en la lona económica. Intenté hacer una buena productora independiente, pero no funcionó, empezó el déficit, se terminaron los contratos, cerré y liquidé. Fracasé.

P.- Amalia Pando estorbaba a Carlos Mesa?

A.P.: Nooo, para nada (sonrisas)

P.- En la Política digo?

A.P.: Yo creo que Mario tuvo una posición absolutamente personal, lícita y defendió  sus intereses. Se apoyó en Carlos y Carlos, que ya iba a ser vicepresidente, se preguntó ¿quién iba a ser mejor? Y se apoyó en Mario.

P.- Amalia parece tomarlo con madurez ese hecho, pero ¿en lo sentimental?

A.P.: Bueno, hice luto. Me tomó tiempo superarlo, pero luego uno se sobrepone y sigue adelante. Fue para bien. Todo lo que sube baja, y todo lo que está abajo sube también.
P.: Hace poco Amalia Pando y Carlos Mesa se reencontraron en una entrevista que usted le hizo. ¿Qué sintió ?
A.P.: Mira, tengo un gran afecto por Carlos, eso no se desvaneció. Carlos fue muy respetuoso, muy amigo, en el prólogo de la entrevista, esos instantes previos a salir al aire. Era como  si el tiempo no hubiera pasado: el mismo Carlos, la misma Amalia. Pero luego cuando sales al aire, después del 3, 2 1.. al aire, algo ocurre en el escenario y uno toma el papel del periodista y sé que estoy hablando con el ex Presidente. No se cruzan los cables, por lo menos en esta situación no se cruzaron. Ni amores, ni desamores, ni nada.

P.: ¿Cuáles son proyectos de Amalia  a futuro?, es la primera vez que la vemos como docente 

A.P.: Di algunas cátedras en la UMSA, pero ahora no tengo grandes planes. Uno de los más próximos es ver si consigo algún contrato para el próximo año. Todos los años  todos estamos en la misma, siempre empezando. Estuve dos años fuera de la tv... Amalia Pando no siempre es conveniente, es demasiado polémica.

P.: Eso le cierra puertas o choca intereses de los dueños?.

A.P.: No, yo qué intereses voy a chocar. Yo hago un periodismo que no es comercial… entonces es un estilo personal.

P.: ¿Es por eso que Amalia dice que el buen periodismo se está acabando?

A.P.: No. Hay una camada. El buen periodismo lo ejercen los periodistas y quienes dirigen los medios de verdad, y esa tanda se acabó y tiene que surgir otra. Todo eso depende de que los medios tenga una visión periodística y no política. Cuando los medios se ponen como trinchera ahogan el periodismo.

P.- ¿Amalia seguirá en la televisión?

A.P.: Siento que estoy terminando, me siento bastante cansada. Sin embargo, creo que en radio voy a seguir bastantes años más, pero en televisión ya no, es muy brava, demanda mucho.
En televisión no hay quien te acompañe y yo no puedo hacer un mal programa. Cuando algo me sale mal, yo entro en una depresión profunda. Me gusta hacer las cosas y hacerlas bien. Me gusta exigir a mi entorno, quizás por eso tengo una fama de malvada. Ya no quiero la televisión, estoy buscando la jubilación. 
P.: ¿Qué hay de la Amalia mujer?

A.P.: La Amalia mujer es muy fatigada. Me encanta estar en casa. Tengo un núcleo muy reducido y me ocupa lo que a todas las personas: el afán de limpiar la casa, qué vamos a comer?, cómo está el hijo?, cómo está el perro?....

P.: ¿Cocina?

A.P.: No, pero tengo un  compañero que lo hace maravillosamente.

P.: ¿Por qué no se casó?. Se dice en el medio que las mujeres no duran con un marido.

A.P.: Son los maridos que no duran con una periodista (risas). El amor y las relaciones son una interrogante que no tiene solución, es como una ecuación sin solución.  Ahora si no te llevas bien con la pareja esto no dura, pero  tengo la suerte de tener a un compañero sensacional. Ya nos encontramos en la curva.

P.- ¿Cómo se llama él?

A.P.:  Se llama Mario Peña, es uruguayo. Desde que se vino acá, trabajamos juntos en todas las cosas. Hace publicidad. Siempre ha ayudado a conseguir la publicidad para la productora o los programas. Es mi manager.

P.: Este su manager de ahora, es tan querido  como esos amores que ha tendido en los 80, esos amores por la libertad, por las luchas?
A.P.: Sigo amando las mismas causas. Lo que no pude encontrar fue un instrumento. No hubo partidos que pudieron encarnar, dirigir esas causas. Se quedaron en pequeños grupos de héroes, de militantes, de gente tan querida.  Los amores personales son de otro ámbito, no es una causa ideológica, sino una causa palpable.

P.- ¿Hijos?

A.P.: Tengo un hijo (Manuel), ya viejo.

P.- Sigue el camino de Amalia?

A.P.: Por suerte no, es un oficio muy largo, muy duro y mal pagado. Es decir, hay que ser loco para ser periodista, es mucha pasión para este oficio. Mi hijo es de otra corriente de pensamiento. 

P.: ¿Qué hace por lo general Amalia en casa?

A.P.- Ahora soy una abuelita, me dedico a cambiar pañales porque tengo una hermosa nieta de un año y dos meses.

A.P.: ¿Qué quiso hacer y no pudo?

A.P.: Tal vez viajar más, gozar de la vida. He trabajado mucho; en las épocas de la militancia volvía a la casa en la madrugada. Soy una hormiguita y no he tenido espacios para viajar. Me gustaría dedicar mi tiempo a la familia.

P.: Si volvería a nacer, volvería a ser periodista?

A.P.: Sí, por supuesto
P.: ¿Cree en Dios?

A.P.: A veces, no siempre

P.: ¿En qué momento cree en Dios?

A.P: En los momentos difíciles, pero cuando me entero de una violación de una niña me pregunto ¿por qué Dios no pudo impedir esta tragedia?.
LESLIE 

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